Recordaba aquel cigarrillo que lo acompaño mientras la esperaba en el Ovalo de Miraflores, el nerviosismo que sintió cuando la vio aparecer por aquella esquina. Era hermosa, vestía de manera casual pero a la vez atractiva, caminaba ligera y sin preocupaciones. Recordaba su presurosa y delicada manera de encender aquel Lucky Light. Se quedó atónito contemplándola mientras ambos fumaban en simultaneo, tardo unos 30 segundos en reaccionar y finalmente la saludo.
- Hola ¿cómo estás? - pregunto amistosamente.
(...)
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